Columna: Sharif Laibe
Dentro de la identidad emprendedora es clave la perspectiva del emprendedor/a, y como esta interactúa desde nuestro propósito con la sociedad y el medioambiente, y como somos capaces de percibir el impacto que generamos. Como habrán visto en mis libros y columnas promuevo las formas conscientes de vivir y por eso hago este enlace entre emprendimiento y consciencia denominado “Emprendimiento Socioconsciente”.
Recordemos que el emprendedor socioconsciente: “Es aquella o aquel emprendedor social que, por medio de la atención plena, potencia su capacidad de observar y escuchar, con el fin de entender de forma empática un problema social y/o medioambiental, colocándose en el lugar de los afectados y entendiendo sus aflicciones, con el fin de generar una solución de alto impacto para ellos”.
Con este concepto interiorizado es momento de que listemos las principales características del emprendedor socioconsciente, y porque estas son necesarias dentro de nuestro ADN:
1) Calma y Atención Plena: Uno de los principales factores que aportan a la obtención de mejores resultados, es generar constantemente un estado de calma para procesar toda la información de mejor forma y, para posteriormente, aplicar la atención plena. En un par de páginas detallaré los hábitos óptimos que debería tener un emprendedor y dentro de ellos explicaré como obtener la calma y la atención plena.
2) Empatía: Si no somos capaces de ponernos en el lugar de quiénes sufren la problemática social, difícilmente podremos crear una solución representativa de todo lo que los aqueja, por el contrario, podríamos perder tiempo y dinero, o peor aún, transmitir una solución poco efectiva que termine dañando más que aportando.
3) Altruismo: Bueno este concepto lo he abordado varias veces, y cómo no, si es el resultado de una forma consciente de pensar y la evidencia misma de nuestro compromiso como emprendedores. Esta característica es la que conecta a la esencia del emprendedor con el verdadero impacto social que queremos lograr.
4) Antimaterialismo: Encontrar un antónimo del materialismo, que sea representativo del concepto, es sumamente complejo, por lo que decidí acuñar “antimaterialismo” para explicitar esta característica que los emprendedores van adquiriendo a medida que aumenta su compromiso y definen su propósito. Restar importancia a lo material es un fenómeno que aumenta a medida que nos adentramos en las problemáticas que viven las personas y el medioambiente, y es lo que nos transforma en seres más empáticos. Por eso, todos los que trabajamos en algún tipo de emprendimiento social llegamos a la misma conclusión: “El dinero no es un fin, es tan sólo un medio para ejecutar lo que nos hace felices”.
5) Impermanencia: Nada dura para siempre, y toda existencia material y física está condicionada al cambio. En otras palabras, la Impermanencia tiene relación estrecha con el materialismo, pero desde el entendimiento y conceptualización de este. Un emprendedor socioconsciente debe comprender la impermanencia como un aspecto de vida para no entrelazarse con los aspectos negativos de esta sociedad contaminada.
6) Ecuanimidad: Este factor no es exclusivo de los emprendedores socioconscientes, de hecho, es algo que debería estar integrado en cada ser humano como pilar de vida, y más aún en emprendimiento social, dónde se debe disminuir lo que nos hace perder “nuestro centro” para comprender de mejor forma las problemáticas por abordar. La ecuanimidad es el punto central entre aversión y apego, entendiendo el primero como una serie de emociones atomizadas en las diversas variables del rechazo, y siendo el apego aquellos que nos provoca sufrimiento, y que muchas veces confundimos con amor o felicidad. Por esta razón, mantenerse en calma y equilibro potencia la ecuanimidad en nosotros.
7) Visión Comercial: El emprendimiento en todas sus formas debe garantizar la sustentabilidad y la continuidad de la iniciativa en el tiempo, y para ello debe incluir modelos de negocios que les permitan generar ingresos. Los emprendedores sociales debemos tener una visión comercial, sino estaríamos sosteniendo nuestras ideas en simples sueños y utopías.
8) Visión Social: Es casi reiterativo decir que un emprendedor socioconsciente debe tener una visión social, si es que lo vemos de un punto de vista semántico. Pero si hacemos un scanner y clasificamos a los emprendedores según su tipo de visión, nos daremos cuenta de que existen personas que no están comprometidas con la sociedad, sino más bien quieren lucrar a partir de las necesidades de esta, lo que sin duda es decisión de cada uno y no debemos colocar un juicio o una crítica destructiva sobre esa forma de pensar, pero si de verdad queremos alinearnos con lo que decimos que hacemos por la sociedad, debemos tener un negocio con objetivos claros y con un impacto comprobable en las personas y el ecosistema. Cuando carecemos de visión social sólo nos queda el auto beneficio, y como sabemos, todo lo que nace de este son simples manifestaciones del ego nuevamente, por eso es que la visión social es más importante de lo que parece.
9) Resiliencia: Un elemento indispensable en el temple del emprendedor. Y acá hablamos de todo tipo de emprendedores, ya que caer y fracasar es propio de lo que nos dedicamos a esto, por lo que saber levantarnos es simplemente necesario, tanto así que termina siendo innato. Podemos fracasar pero no necesariamente procesar de forma correcta este fracaso. Muchas veces los emprendedores tienen una quiebra, deciden nunca más volver a emprender y quedan con una mala impresión del proceso. Esto ocurre, porque la mayoría de los seres humanos responsabilizan a otros (mercado, clientes, proveedores, socios, etc.) de sus errores. El fracaso no es negativo ni positivo, simplemente es, por lo que debemos aceptarlo y no confundirlo con aprendizaje. Cuando fracasamos tenemos dos opciones: o aprendemos de él o no, y por eso no es lo mismo. Y cuando decidimos aplicar la autocrítica es cuando más aprendemos del fracaso, y cuando podemos identificar en que nos equivocamos y que logramos rescatar para nuestro próximo emprendimiento. Ahí se activa la resiliencia.
10) Creatividad: El poder creativo proviene de la capacidad de observar y escuchar, para lograr comprender problemas y oportunidades, y posteriormente crear soluciones de alto impacto. Por lo que la creatividad es el gran activo de un emprendedor social, y más aún de uno socioconsciente.
11) Liderazgo: Una de las grandes manifestaciones de la caída del sistema tradicional es que comprendimos claramente la diferencia entre jefes y líderes, y todos hemos visto artículos, libros, columnas y hasta memes de la diferencia entre ambos, por lo que sabemos el principio básico y las características del líder, y como tracciona aspectos positivos al interior y exterior de la startup. El líder nace y se hace, pero siempre desde la empatía, la positividad, la colaboración y la crítica constructiva, por eso son claves los estados de consciencia para comprender qué proyecto lidero, a quienes lidero y cómo los lidero. Por otro lado, el líder no se auto proclama sólo por el hecho de tener un cargo, más bien es lo contrario, el liderazgo lo reconocen otros. La era del jefe abusivo se está hundiendo junto al sistema tradicional para darle paso a los líderes y la colaboración. Y con esto, te pregunto directamente ¿Quieres ser un líder o quieres ser un jefe?
12) Equidad: El sentido de equidad es el que da origen al principio de que todos somos seres humanos iguales frente a la vida, y que lo que nos diferencia son simples caracterizaciones de la sociedad, por lo que creer que una persona es superior por su género, condición socioeconómica, aspecto físico, condición sexual, edad, origen étnico, y otras, son manifestaciones de lo que llamo el ego social. Si esto no existiese, no sería tema hablar de estas supuestas diferencias entre unos y otros. El emprendedor socioconsciente trabaja para que los que sufren dejen de hacerlo, y para que la equidad brille y se levante como un valor de una sociedad que avanza y que no está dispuesta a retroceder.
13) Disciplina: Una de las características que condicionan de mejor forma nuestro comportamiento, a la hora de hacer emprendimiento, es la disciplina. La rigurosidad en este aspecto es clave para disminuir los errores y aumentan los beneficios en torno a nuestra iniciativa. Siempre se ha dicho que los japoneses son disciplinados, y cómo no, si aprendieron de dos bombas atómicas y una despiadada guerra que dejo su país en el piso, para décadas después levantarse como una de las naciones líderes en desarrollo social y avance tecnológico, lo que se replica en países como los nórdicos, Corea del Sur y también Alemania. En el caso de los emprendedores sociales no nos podemos dar el lujo de despilfarrar los recursos, y para ello el orden y el compromiso son el sustento de un escenario favorable para ejercer impacto social. Es importante tener en cuenta que la disciplina debe darse en todo orden, a nivel financiero, contable, administrativo, comercial, marketing, creatividad, etc.
14) Colaboración: Sin colaboración nuestros emprendimientos poco horizonte tendrán. Basta con hacer una breve encuesta a emprendedores y verás que esto es un absoluto. No existe emprendedor que no valore la colaboración y las instancias que la promueven como el networking. Siempre es importante colaborar, desde la interacción con nuestro equipo hasta las alianzas que podamos formar con otras startups, o la relación que podamos tener con clientes y proveedores.
15) Desapego: La diferencia entre amor y apego, es que en el amor estamos felices y plenos, y en el apego sufrimos por no lograr el amor que queremos, lo que lleva a las personas a la confusión y mala interpretación de las relaciones, cayendo en situaciones que terminan siendo tóxicas para uno y para el otro. Lo mismo pasa en el emprendimiento, ya que debemos relacionarnos con nuestra iniciativa desde el compromiso y la continua autocrítica para eliminar aspectos negativos e integrar elementos positivos, proceso propio del amor. Sin embargo, si caemos en el apego con nuestro proyecto o negocio, estaremos justificando constantemente nuestros errores, no lograremos ejercer autocritica y menos pensar en mejoras. Cuando el apego se hace presente en el emprendimiento podemos cometer errores como continuar con un negocio que ya está muerto por donde se mire o crear productos/servicios a partir de lo yo considero relevante y no el mercado. Entonces, cuando hablamos de “no enamorarnos de nuestro negocio” realmente no hablamos de amor, hablamos de apego.
16) Compasión: Finalmente, uno de los ejes claves de un emprendedor socioconsciente, y que también hemos abordado, es la compasión Característica que permite comprender mejor las problemáticas sociales y aplicar soluciones que den respuesta a ella. La compasión es un sentimiento humano que se manifiesta desde el contacto y la comprensión del sufrimiento de otro ser, y se compone de 3 pasos para su aplicación, los cuales reiteraré para tenerlos más interiorizados:
-Observación y Escucha Activa: En este primer paso ejecutamos la atención plena para comprender el problema que nos plantea una persona o un grupo social.
-Empatía: Aplicamos el ejercicio de ponernos en el lugar de esta persona o grupo social, comprendiendo la problemática y el sufrimiento que la aqueja.
-Rescate: Una vez aplicada la empatía, procedemos a eliminar el origen del sufrimiento, lo que también conocemos como el origen del problema.
Estos 16 elementos han demostrado ser eficientes y positivos al ser integrados como hábitos en nuestro día vivir, por lo que te sugiero que las consideres en este camino de emprender valorando el “nosotros” antes que el “yo”.